Hay personas que merecen que tras una larga vida de trabajo y esfuerzo se les reconozca su valía. Este es, creo, el caso de Teresa Pérez Giménez, conocida en nuestra pueblo por ser “la estanquera de La Pallera“. Una mujer que tuvo que vivir la dureza de la posguerra, la pérdida temprana de una madre y siendo bien joven tuvo que sacar adelante a una familia. En unos tiempos muy difíciles para las mujeres se hizo, lo que hoy llamamos emprendedora. Le echó valor y agallas y consiguió salir adelante.
En este 2019 la Associació de Comerciants Benetússer presentó a Teresa como candidata a la Medalla d’Argent de Benetússer que concede el Ayuntamiento de Benetússer con motivo de la festividad del Nou d’Octubre. El Ayuntamiento de Benetússer ha atendido nuestra solicitud. Este premio no es sólo el reconocimiento de una trayectoria vital, que también, sino que se extiende a toda una generación de mujeres emprendedoras que en unas condiciones muy difíciles y duras supieron superarlas y salir adelante.
Yo iba a escribir un texto descriptivo de la vida de esta mujer, pero su hijo Alejandro me ha entregado el siguiente texto que tiene la fuerza del amor de un hijo por su madre. Aquí os lo dejo, que lo disfruteis:
Una vida dedicada al trabajo
“Teresa Pérez Giménez, nació en Benetússer el 13 de julio de 1934, hija de Julia y José con dos hermanos, mis tíos Julio y José. Ha sido, y sigue siendo, una persona excepcional que a sus 85 años sigue teniendo ilusión por vivir y hacer la vida agradable a los demás. Ciertamente su vida no ha sido nada fácil.
Le toco vivir una guerra y una posguerra, donde la prioridad era sobrevivir día a día. Se pasaba hambre y no sabias si al día siguiente ibas a poder comer. A Julia, mi abuela, no la llegue a conocer. Murió de cáncer a la edad de 52 años y yo por aquel entonces tenia tan solo 9 meses. Era su gran soporte y un ejemplo a seguir, yo creo que aún sigue viviendo dentro del corazón de mi madre.
El hambre si no te mata te hace más fuerte. Prácticamente sin estudios se puso a trabajar a los 14 años en el oficio de mis bisabuelos. Tejedora a mano en la empresa de Rafael Lisarde en donde tejía hilo a hilo 7 metros cuadrados diarios. A los 25 años se casó con mi padre Francisco, ya fallecido en el 2005, y al año siguiente nací yo.
Mi madre perdió a su madre, mi abuela, al poco de nacer yo, fue un gran golpe para ella. Era su madre, su amiga, su soporte, era todo para ella. Se vio desamparada y tuvo que dejar el trabajo de tejedora. Tenía que gestionar una casa con siete personas a su cargo. Pero tenia que seguir trabajando, el sueldo de mi padre no alcanzaba, y a poder ser desde casa.
En 1961 viendo el empuje del sector del mueble en nuestra población, tuvo la idea de emprender un negocio de Pulimento de Muebles. No tenía ni formación, ni dinero para empezar. Se buscó una vecina llamada Carmen, con conocimientos y experiencia en el sector y encontró un proveedor de materias primas que le fiaba la primera entrega. Teresa y su socia empezaron a medias este negocio.
Al poco tiempo fue tal el éxito, que mi padre dejó su trabajo y se incorporó a la empresa. También se incorporaría mi tío Julio.
Al año siguiente la socia de mi madre (Carmen, aun vive) se quedó embarazada y tuvo que dejar el trabajo, quedando mi madre al frente del negocio llamado Pulimentos JUPA.
Como el negocio no cesaba de crecer, se tuvo que ampliar en dos pisos más, quedando el edificio como está en la actualidad.
Al año siguiente, mi madre cayó gravemente enferma, algunos productos de los barnices y lacas eran muy nocivos (murieron muchas pulimentadoras por ellos). Se quedaba sin glóbulos rojos y tuvo que retirarse por orden del médico a Gestalgar. Llevando un estricto régimen alimenticio durante 6 meses.
Esta enfermedad hizo que mi madre se planteara otro negocio. Solicitar un Estanco. En aquella época los Estancos se concedían a militares o guardias civiles heridos en actos de servicio y mi abuelo José había resultado herido en la guerra de Marruecos por lo cual el estanco le fue concedido .
El Estanco fue traspasado en el 2018 después de 53 años de gestión (es conocido como el Estanco de La Pallera). El pulimento JUPA se cerró en 1977.
En agradecimiento a toda una vida pensando en los demás, a la más trabajadora y mejor madre.
Te quiero.”
Autor del texto: Alejandro Villena Pérez (Gerente de La Pallera Print)
Otros socios premiados
Este reconocimiento civil que representa la Medalla d’Argent de Benetússer también la ha recibido otro de nuestros asociados como fue Paco Molins (Molins Òptics) en 2018 y que fue motivo en su día de una entrada en este blog:
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